sábado, 27 de febrero de 2016

CAPITULO 45




Al día siguiente, por la tarde, Paula permanecía refugiada en su estudio cuando Cliff llamó a la puerta y ella lo hizo pasar.


—Señora, la busca la asesora de imagen del señor, la señorita Samantha Stuart.


A Paula le extrañó que la buscase a ella.


—Cliff, el señor Wheels no está en casa.


—No le busca a él, sino a usted.


Se sintió más extrañada aún, pero de todas formas salió a atenderla.


—Buenas tardes, señora Wheels.


—Buenas tardes, señorita Stuart.


Se saludaron con un desganado apretón de manos. A Paula no le apetecía fingir que se alegraba de verla, y no le importaba mostrarse descortés con ella, así que no se molestó con formalidades.


—Usted dirá, ¿qué necesita?


—Estoy aquí para ayudarla a organizar su cumpleaños.


Era obvio que Manuel no pensaba desistir de usar cada oportunidad para lanzar su candidatura.


Paula, hastiada, elevó los ojos al cielo.


—Sentémonos —dijo señalando los sofás de la sala.


Samantha la siguió, y extrajo de su portafolio una carpeta que contenía el plan trazado para esa fecha. —Bueno, como no nos queda mucho tiempo, déjeme decirle que ya he formulado una lista de invitados que darán prestigio al evento. También he convocado a algunos medios de comunicación para que la fiesta salga en las crónicas sociales, pero de eso nos encargamos con su esposo.


—No entiendo a qué ha venido, si ya lo tiene todo organizado. Supongo que la lista también estará aprobada por mi marido, así que no le encuentro mayor sentido a esto.


Samantha se la quedó mirando y le extendió la lista.


—Me gustaría que le diera una ojeada para saber si quiere invitar a alguien más.


Paula cogió la lista a desgana, miró y vio los nombres que le interesaban: sus padres, Ed y Curt, Maite y Agustin. Todos los que le importaban estaban ahí. No pudo dejar de pensar por un instante en Pedro; días atrás se había ilusionado en festejar su cumpleaños con él, pero ahora que no parecía posible agradeció no haber mencionado la fecha en que los cumplía.


—Quita a Ed y a Curt, para entonces no estarán en la ciudad.


—Perfecto; ¿alguna otra modificación que quiera hacer?


—No, todo me parece bien.


—Su hermano ha pedido dos invitaciones, ¿sabe cuál es el nombre de su acompañante? Es para encargar la invitación e incluirla en la lista.


—No tengo ni idea, acabo de enterarme de que no está en el país, si lo llamo le preguntaré.


Pensó que no tenía ganas de llamarlo por teléfono, ya que si lo hacía no se podría aguantar y le hablaría de las fotos. 


Prefería esperar a que regresara.




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